La administración de las plantas medicinales y de los productos derivados de ellas debe hacerse con mucho cuidado para garantizar el buen efecto del tratamiento.Contrariamente a la creencia general, los mejores resultados no siempre se obtienen con el uso de las plantas frescas o con preparaciones caseras. El hacer extractos de plantas procesadas permite obtener más principios activos(sustancias a las cuales se debe el efecto farmacológico de una planta o medicamento.Esta sustancia, una vez purificada y/o modificada químicamente, se le denomina fármaco.
Infusión:Es la forma de preparación más frecuente y sencilla; también se le denomina té.Para hacerla se hierve agua y luego se le añade las partes de las plantas a utilizar.Se deja en reposo, tapada, unos cinco minutos , se endulza con miel y se bebe.También se puede usar para lavados, enjuagues, etc. o formar parte de la composición de una cataplasma o de una pomada.
Se usa para las partes blandas de las plantas como pueden ser hojas y flores.
Decocción: Para hacerla se introduce la planta en agua fría( una cucharadita de hierba seca o el doble de fresca) en un recipiente ,que no sea de aluminio, y que esté tapado.Se hierve dos o tres minutos a fuego moderado, luego se retira y se deja reposar, tapada, unos cinco minutos.Es preferible hacer una decocción para una sola taza y evitaremos recalentarla y que pierda propiedades.Si se hace más cantidad como es el caso de baños, enjuagues, etc., conservarla en la nevera un tiempo máximo de 24 horas.
Con la decocción se obtiene una solución que contiene los principios esenciales de la planta.Se emplea en uso interno( si es posible endulzarla con miel), pero sobre todo en uso externo(baño, enjuagues,cataplasmas, compresas, etc).
Para la decocción se usan las partes más duras de la planta(raíces, tallos, corteza o semillas).
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